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27/12/2025
Facundo Vita, director del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CIGIAA), detalló conceptos del quinto informe de esa entidad que, respecto de la sequía, dice: “Esta realidad ya no responde a un ciclo natural reversible a corto plazo”.
El Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación para la Gestión Integral del Agua en el Árido (CIGIAA) está integrado por la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional del Agua (INA), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y el Gobierno de la Provincia de San Juan. Recientemente, esta entidad, conocida informalmente como “Centro del agua”, publicó su Quinto Informe Técnico de Coyuntura – Diciembre 2025. Lo tituló “Crisis Hídrica y gobernanza, la urgencia de una nueva gestión. Análisis Comparativo de los marcos legales de Mendoza y San Juan”.
Ese texto vuelve a remarcar lo que muchos/as especialistas vienen diciendo respecto de la sequía o crisis hídrica en San Juan: “Esta realidad ya no responde a un ciclo natural reversible a corto plazo, sino a un nuevo escenario climático que exige adaptación inmediata”. Luego, en el afán de adoptar políticas de mitigación, habla de que los sistemas de distribución de agua para riego deben ser flexibles, fiables y equitativos.
Facundo Vita, director del CIGIAA, detalló que esos tres preceptos están en los estudios internacionales y en el plan de política hídrica de la Argentina. Y explicó: “Flexible significa que el agua se pueda entregar en el momento que es necesitada. Por ejemplo, un productor de ajo para su cultivo necesita que el agua se le empiece a entregar al momento de la plantación, que es a mediados de otoño, y que se le debe seguir entregando hasta la mitad de la primavera, en que se cosecha. Si no dispone de esa entrega, es que el sistema no es flexible”, indicó.
Que el sistema sea fiable significa que haya plena seguridad de contar con el agua por parte de la persona que produce. “Un productor podría implementar tecnologías de riego presurizado, por goteo, mediciones de humedad, etc., y hacer un uso mucho más eficiente del agua en su finca. Así a alguien que ha incorporado tecnología y tiene el riesgo de no recibir el agua durante veinte días o un mes, como sucede en Calingasta, donde baja una creciente y se corta un canal, no le sirve esa tecnología. Entonces ¿qué hacen los productores que incorporan tecnología?, van al acuífero, porque el acuífero le da esa flexibilidad, o sea, le extrae el agua cuando la necesita, y le da la fiabilidad de tener el agua. Entonces, así, ¿qué se está haciendo? Estamos sobreexplotando el acuífero”, remarcó el Director del CIGIAA.
El tercer precepto que se plantea en la gestión de política hídrica es la equidad. Esto implica que todo/a regante o usuario/a debería acceder a una entrega de agua equitativa. “Es decir que quien está en la cabecera y también quien está al final de un canal reciban la misma cantidad de agua”, dijo.
“Para hacer una gestión fiable, flexible y equitativa se necesita una gestión de distribución diferente a la actual. Por eso proponemos la gestión minorista del agua, o sea, la gestión en terreno. Es decir, por ejemplo, que la gestión del canal Céspedes en Pocito o del canal San Guillermo en Calingasta se haga a través de una gestión descentralizada”, consignó. Y añadió: “Ello significa que los usuarios organizados puedan gestionar el recurso, mantener los canales, tener poder de policía. Esto nos va a asegurar un buen mantenimiento de la red y que se resuelvan los conflictos en el territorio”.
Imagen de portada: Paula Farias